viernes, 23 de mayo de 2008

Historia de una foto


Pues mirad lo que os voy a contar... Esta foto de la que os voy a hablar me llegó hace unos poquitos meses y es un documento único. Después de intentar arreglarla ya que estaba bastante vieja y defectuosa, he conseguido dejarla, al menos reconocible. Casi todas las imagnes tienen su propia historia, y esta foto tiene una historia muy peculiar, y no porque la foto sea nada especial, sino por la propia historia de los protagonistas que en ella salen. Si me permitís os lo quiero contar.

Por la textura de la foto y mirando la forma de vestir de los protaginistas ya os daréis cuenta que tendremos que trasladarnos al siglo pasado, un poco antes de que cualquiera de nosotros hubiera nacido. Nos metemos en nuestra particular máquina del tiempo y nos vamos al verano de 1969. Apurando un poquito más, nos trasladamos al Salón Internacional del Automóvil de Berlín. Evidentemente lo que más nos impacta a primera vista es un vehículo. Protagonista de la Feria de ese año se trata de un coche especial, un coche con una historia y aquí es donde empieza.

Estamos a finales de los años 60, el boom económico y la bonanza que recorre Europa hace que la industria automovilística esté en pleno auge. Marcas europeas míticas se disponen a sacar sus modelos más importantes, Volkswagen, Citroen, Fiat, Renault y hasta nuestra Seat. Los expositores de entonces enseñan los que se convertirán en los modelos de la próxima década. Sólo unos pocos destacan entre el resto, el mítico Porsche 911, que hacía poquitos años se había comenzado a vender, el Ferreari 365 Competición, una joya en los circuitos y alguno que otro más.

Pero en eso aparece un hombre peculiar, un español montado en un coche sacado de una película de ciencia ficcion. Un precioso deportivo de calle blanco con lineas rojas, con un diseño, que aun hoy parece futurista, un motor con un sonido especial, sólo puertas delanteras de apertura hacia arriba. Y se atreve a hacer frente a la poderosa industria exhibiendo allí su modelo. Dio igual que fuera la sensación de la feria, que los visitantes recordasen aquel modelo como el más hermoso que nunca habían visto, dio igual que ese año ese coche fuera el más visitado y aclamado del Salón. Este hombre fue ninguneado por los poderosos, simplemente por haberse saltado el proceso lógico de producción que los grandes habían diseñado.

Su historia comienza unos cuantos antes, cuando en una pequeña localidad de Madrid, en una casa modesta y un taller casero, este hombre comenzó a diseñar los planos de un coche que pensaba sería revolucionario. Con un lápiz en la mano comenzó a trazar sobre el papel perfiles dándose cuenta que aquello no funcionaría. Dejó el lápiz y el papel y entonces en su mente diseñó la carrocería, el motor y, a continuacion, se metió en su garaje a comenzar a construir lo que en principio fue un sueño. Con piezas de desguace comenzó a hacer la carrocería, comprando piezas originales de otros fabricantes logró montar el motor. Con sudor, alguna que otra lágrima, mucha paciencia y un tremendo trabajo terminó su coche en los primeos meses de 1969. Había tardado más de 4 años desde que empezó aquella aventura.
Para demostrarse a si mismo su éxito, convenció a su mujer y juntos viajaron con el flamante coche hacia Alemania, al Salón Internacional del Automóvil para presentar en sociedad el modelo y, de paso, conseguir vender la patente a algún fabricante para ver hecho realidad su sueño, ver su modelo en las calles de España.

Todo fueron para bienes allí, el modelo fue un auténtico éxito, la gente lo miraba tan emocionada como extrañada, y con la alegría del fugaz éxito, recorrió el camino de vuelta, sin saber que ese viaje sería el último.

Cuando llegó a España sólo obtuvo negativas, fracasos, nadie quiso comprarle una patente, entre otras cosas porque en verdad, no existían planos del modelo, todo el diseño, la confección, la realización estaba en la cabeza de aquel hombre. No trazó una sóla linea en papel para construir aquel modelo, todo estaba en su cabeza. En la cabeza de un genio, de un adelantado, y por lo tanto de un loco y un incomprendido.

Mi tío Pablo, a sus más de 90 años, sobrevivió al siglo XXI, pero nos dejó hace unos años. Ese coche fue lo más bonito y lo más triste de su vida. Siempre recordaré como se le iluminaban los ojos cuando le hacíamos recordar esa historia. Hoy su mujer, mi tía, la protagista de la foto, sigue paseando por su finca de Navalcarnero. Y ese coche, ese impresionante coche, cuya envergadura es superior a cualquier deportivo que hoy en día podamos ver en la carretera, ese modelo que hoy valdría millones y sería la delicia de cualquiera que lo viera, se encuentra aparcado bajo una lona vieja de tela marchitándose como lo hacen sus dueños en un rincón de esa finca de Navalcarnero

Desde pequeño había escuchado esa historia, siempre había pensado que era una aventura, una historia familiar que nunca había sucedido, y sólo después de la muerte de mi tío pude tocar ese coche y verlo con mis propios ojos. Sentí la grandeza de ese coche y la pena de verlo así, abandonado, apartado. Esta en un estado lamentable por el paso del tiempo y la falta de cuidado, y a pesar de todo, el coche sigue siendo espectacular. Fue deseo de mi tio que ese coche se quedara ahí, muriendo poco a poco. Prohibió hacer nada con el y así seguirá hasta que la historia se pierda y su carrocería se pierda en algún desguace. Pero esa foto y estas palabras servirán para que su historia permaneza, para que la genialidad de un hombre peculiar no se olvide y para que todos disfrutemos de una locura maravillosa en forma de sueño, o quizás un sueño maravilloso que se convirtió en locura.

5 comentarios:

julio dijo...

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Anónimo dijo...

Hola colegas, navegando os he encontrado de casualidad y me ha sorprendido el paralelismo de nuestras actividades entorno al jalar... (lo digo por vuestra web de amigos de la parrilla) Si quereis visitar nuestra pequeña web (www.clubbondinar.com); vereis que os hemos icluido como colegas. Agradeceríamos que, si os parece oportuno y por aquello de que google nos juzga por la cantidad de links que tienen otras paginas con la de uno, pudierais hacer lo mismo en la vuestra.
Si esto marcha ya hablaríamos de arrejuntarnos en un futuro.
Buen provecho!

Anónimo dijo...

Perdón por el olvido, para contactar con nosotros podeis enviar mensaje a
vicentjordi@yahoo.es
un saludo

Anónimo dijo...

I'm sorry to write in English.
I'd like to know the name of the car — if possible!

Gracias Christian from Germany

David Rodríguez Sánchez dijo...

Hola, soy David Rodríguez; te escribo desde Navarra; acabo de leer la bellísima historia del deportivo de tu tío, cuya sola existencia ignoraba absolutamente. Gracias por haberla hecho pública.
¿Sabes si hubo alguna reseña del coche en publicaciones de la época? No obstante tu epílogo, déjame desear que el coche algún día sea rescatado de su abandono y vuelva a lucir igual de orgulloso -a despecho del tiempo y sus detractores- que antaño, como merece. Al igual que Christian, al que conozco, me gustaría saber el nombre de tu tío, y quizás otros detalles del coche, comprometiéndome a la privacidad, si así es tu deseo. Si no te parece mala idea, escríbeme a drodriguezs@terra.es. Bueno, muchas gracias de nuevo y, espero, hasta pronto.